Antes
de que tomes medidas drásticas, lo primero que debes hacer lo mejor
es mentalizarte progresivamente de que, si deseas tener un peso sano,
tendrás que volver a los pequeños sacrificios. Pero comienza sin
cambios radicales para ir adaptando cuerpo y mente a la rutina de
todo el año que nos espera.
El primer paso es olvidarte de las comilonas. Es importante que cada dos horas consumas pequeñas cantidades de alimento, con el debido hincapié en desayuno, comida y cena.
El primer paso es olvidarte de las comilonas. Es importante que cada dos horas consumas pequeñas cantidades de alimento, con el debido hincapié en desayuno, comida y cena.
Comer
poco, pero con frecuencia, no sólo facilita la absorción de los
nutrientes, sino que es fundamental para estimular el metabolismo y
favorece la sensación de saciedad.
Para
llenar ese vacío en el estómago que se produce a media mañana y
por la tarde, tendrás que dejar de lado los aperitivos salados y los
dulces, ya que están llenos de calorías vacías y sin ningún
nutriente de garantías. Opta por la fruta, los yogures desnatados e
incluso un poco de pan con jamón serrano o pavo.
Pero, sobre todo, no te obsesiones y menos estas primeras semanas.
Pero, sobre todo, no te obsesiones y menos estas primeras semanas.
No
hace falta que dejes de comer o te propongas una dieta espartana para
adelgazar. El truco está en comer una buena cantidad que te sacie,
pero evitando las grasas saturadas y las comidas precocinadas. En tu
dieta siempre tiene que haber productos frescos porque engordan menos
y alimentan más.
Hay
muchas personas que se toman la dieta en otoño con relajación
porque consideran que en invierno "necesitamos más calorías
que en verano". Es una creencia bastante extendida, pero
totalmente falsa. En invierno, al estar más 'tapados' por la ropa,
es frecuente descuidar nuestra dieta y dejar que los kilos que nos
sobran se asienten en nuestro organismo. La mayoría de gente se
alarma cuando comienza el buen tiempo. ¿Por qué no comienzas desde
ya a cuidarte? Así el cambio de hábitos no será tan radical y
tendrás terreno ganado para cuando llegue la primavera.
Es
normal que al llegar de vacaciones hayas ganado algunos kilos de más.
Llevas todo el año trabajando y te mereces disfrutar de los helados,
las barbacoas, las cenas en compañía de los amigos. Pero al volver
a casa no pierdas el norte.
Si para ti es un auténtico sacrificio dejar de comer dulces, no hace falta que los excluyas radicalmente de tu dieta, con la consiguiente frustración y ansiedad que esto supone. Es mejor permitirse una pequeña salvedad a la semana o controlar adecuadamente las cantidades.
Además no es recomendable dejar radicalmente al cuerpo de calorías, ya que al principìo perderás una importante cantidad de peso, pero a la larga este se estanca. Es mejor comenzar la dieta poco a poco para que el organismo se valla habituando y la perdida de peso sea mas pequeña pero mas constante en el tiempo.
Si para ti es un auténtico sacrificio dejar de comer dulces, no hace falta que los excluyas radicalmente de tu dieta, con la consiguiente frustración y ansiedad que esto supone. Es mejor permitirse una pequeña salvedad a la semana o controlar adecuadamente las cantidades.
Además no es recomendable dejar radicalmente al cuerpo de calorías, ya que al principìo perderás una importante cantidad de peso, pero a la larga este se estanca. Es mejor comenzar la dieta poco a poco para que el organismo se valla habituando y la perdida de peso sea mas pequeña pero mas constante en el tiempo.